Definición de agricultura ecológica
La agricultura ecológica o también llamada agricultura orgánica o biológica, es un modelo de producción en el cual la producción de alimentos se lleva a cabo mediante métodos y técnicas respetuosas con el medio ambiente y la salud del que lo produce y del que lo consume.
La agricultura ecológica es el modelo que atiende a las bases y principios de la Agroecología, bajo la cual el sistema agrario tiene como fundamento el ser sustentable a todos los niveles, a nivel medioambiental, económico, paisajístico y social.
En la producción de alimentos ecológicos no estará permitido la utilización de fertilizantes, insecticidas y otros biocidas los cuales hayan sido obtenidos mediante métodos sintéticos. Sólo se podrán utilizar productos cuya procedencia sea natural, ya sean tanto de origen mineral como orgánico, y siendo así, también habrá excepciones. Tampoco se podrá utilizar variedades ni otros medios biológicos los cuales hayan sido genéticamente modificados, o también llamados transgénicos.
En cuanto al suelo, en la agricultura ecológica se logrará mantener y aumentar su fertilidad natural, ya que el suelo es un recurso básico y limitado. El suelo es el medio que conecta la atmósfera con la litosfera de la Tierra, su efecto de interfaz o membrana biológica hacen que éste sea uno de los recursos más importantes para la vida.
Los alimentos ecológicos habrán sido producidos respetando el medio ambiente, y además serán la base para la nutrición de una población la cual cada vez padece más de deficiencias nutricionales y estarán libres de sustancias sintéticas las cuales son causa de múltiples enfermedades y desequilibrios en la salud de las personas.
Dentro de las bases y principios de la agricultura ecológica existen otros modelos productivos los cuales tienen unas particularidades y fundamentos propios, algunos de estos modelos son: La agricultura biodinámica, La agricultura regenerativa, La permacultura… pero todos ellos comparten la mismas raíces del respeto a la naturaleza y a la salud de las personas.
Actualmente en la Unión Europea la producción de frutas, verduras y productos elaborados ecológicos, está regido por dos Reglamentos Europeos (Reglamento (CE) 834/2007 del Consejo, de 28 de junio de 2007; Reglamento (CE) 889/2008 del Consejo, de 5 de septiembre de 2008). Una de las grandes ventajas que tiene la normativa respecto a la producción ecológica es que es una norma común a todos los estados miembros de la Unión Europea, diferente a otras normativas que cada estado tiene la suya propia.
Por tanto, es necesario conocer las razones por la cuales consumir productos ecológicos es la opción que mayor respeto ofrece a su salud, a la del agricultor que los produce y al medio ambiente. Aquí debajo te las describo:
ÉSTAS SON LAS VENTAJAS DE CULTIVAR Y CONSUMIR ALIMENTOS ECOLÓGICOS
Los alimentos ecológicos son más saludables
Los alimentos ecológicos son más saludables que los convencionales, ya que éstos tienen un único objetivo, nutrir a las personas que los consumen. Los alimentos o productos ecológicos están libres de pesticidas, insecticidas, antibióticos, fertilizantes, aditivos o cualquier otra sustancia de síntesis. Sin embargo en la agricultura convencional los productos de síntesis sí que están permitidos, siendo éstos causantes de infinidad de enfermedades como multitud de alergias, migrañas, desequilibrios mentales, enfermedades pulmonares y cardíacas, y muchísimas más que se han descubierto y las que quedan por descubrir.
También el actual uso desproporcionado de fertilizantes nitrogenados en la agricultura convencional, produce frutas y verduras pero sobre todo hortalizas de hoja, las cuales contienen elevados niveles de sustancias que provocan graves enfermedades en las personas.
Son más nutritivos
Hay infinidad de estudios que demuestran que los alimentos ecológicos contienen mayores niveles de sustancias nutritivas. Los alimentos producidos mediante fertilización orgánica frente a la fertilización química está demostrado que aumentan el nivel de vitaminas, son propulsores de sustancias de defensa frente a agentes patógenos, los niveles de proteínas y azúcares son mayores, el contenido en minerales esenciales también es mayor, antioxidantes, anticancerígenos… La lista sería bastante extensa, pero es patente que los alimentos ecológicos son sobradamente más saludables que los alimentos convencionales.
Tienen más sabor
En cuanto al sabor, hay que destacar que los alimentos ecológicos tienen más sabor ya que el contenido de sustancias como son los azúcares, ácidos, y otras sustancias complejas causantes de aromas y sabores, son mucho mayores en los productos ecológicos que en los productos convencionales.
También, la agricultura ecológica promueve y defiende las variedades tradicionales de frutas y hortalizas y métodos tradicionales de elaboración de productos. Las variedades tradicionales o también llamadas variedades locales están totalmente adaptadas a unas zonas geográficas concretas y mantienen los sabores y aromas auténticos en los frutos que producen, muy alejado de las variedades convencionales modernas utilizadas en la agricultura convencional. En cuanto a la elaboración de productos artesanales mediante métodos y técnicas tradicionales hacen posible obtener unos alimentos con unas características y sabores que nos recuerdan a los productos de antes, sin embargo hoy en día la industrialización de muchos de estos procesos ha hecho perder parte de estos aromas y sabores.
No contienen conservantes ni aditivos sintéticos
En la elaboración de productos ecológicos, no estará permitido el uso de aditivos de origen sintético, únicamente se podrán utilizar sustancias de origen natural que por sus características tienen un efecto conservante, colorante u otros en los alimentos. Algunas de estas sustancias son por ejemplo: el vinagre, el aceite, la sal, las especias, etc. Cabe decir que de forma natural ya de partida, un alimento ecológico tiene una mejor conservación frente a un alimento convencional, y esto es debido al ritmo y proceso de producción al que debe su origen.
Sin embargo en los productos convencionales el uso de aditivos sintéticos, si está permitido, muchos de ellos causantes de enfermedades y molestias en la salud de las personas. Algunos ejemplos de conservantes utilizados en los alimentos convencionales son los sulfitos en los vinos, los nitratos en los embutidos, ceras artificiales para dar brillo a las frutas, etc.
No contienen pesticidas de síntesis
En la agricultura convencional, se utilizan cada día infinidad de productos de síntesis para combatir plagas y enfermedades. Y son éstos los causantes de infinidad de enfermedades y desequilibrios en la salud de la sociedad.
La industria química tiene un gran poder en los gobiernos y en la sociedad, y ha procurado desde siempre que sus productos sean utilizados en todos los ámbitos, desde medicina, alimentación, agricultura, ganadería, industria, etc. En la agricultura convencional el consumo de todos estos productos está a la orden del día, utilizando herbicidas para matar las hierbas (glifosato), insecticidas contra plagas, fungicidas, bactericidas, sistémicos, etc. Un modelo que carga tóxicamente tanto a las personas que consumen estos alimentos como al medio ambiente donde se producen.
Los alimentos ecológicos, solamente podrán utilizar sustancias de origen mineral u orgánicos para el control de plagas y enfermedades, para ello la agricultura ecológica se servirá de otros recursos mucho más naturales y respetuosos como son el control biológico de plagas, rotaciones, asociación de cultivos y otros medios que respetan el entorno y no son perjudiciales para la salud.
No contienen organismos genéticamente modificados
En la agricultura ecológica, está totalmente prohibido la utilización de organismos genéticamente modificados (OGM), también llamados transgénicos. La ingeniería genética no iba a dejar escapar de sus manos a la agricultura, ya que ésta es un campo enorme de negocio y desarrollo.
La ingeniería genética por supuesto que ha hecho grandes avances y ha solucionado muchos problemas a lo largo de la historia, pero en las últimas décadas su actuación en el campo de la agricultura es de discutible digestión.
Los OGM o transgénicos, son organismos, estos pueden ser microscópicos como animales o plantas, a los cuales mediante ingeniería genética se les ha introducido en su ADN genes totalmente foráneos a su propia especie, es decir, se le introducen genes o secuencias de genes de otras especies para que la manifestación de éstos tenga un resultado concreto deseado. Por ejemplo la introducción de un gen para que la planta de maíz produzca una toxina que mata a las orugas, cuando esta toxina su origen es de una bacteria.
A día de hoy no se pueden saber con exactitud los efectos que producirán los OGM en la salud de las personas ya que estos se verán a largo plazo. Sin embargo, el daño medioambiental que producen estos organismos si hay constancia en varias investigaciones, para mí uno de los más graves, es la contaminación o traslocación de estos genes introducidos de forma artificial, a las variedades tradicionales y silvestres que de forma natural en millones de años no los han tenido en su ADN, además de todos los efectos colaterales sobre la fauna que se alimenta de ellos…
Los obtentores de OGM o transgénicos que son cuatro multinacionales conducen a la uniformidad genética de los cultivos y van en contra de la riqueza y variedad existente hoy en día y que es un patrimonio natural y cultural, el cual cada vez se va reduciendo año tras año.
Son respetuosos con la naturaleza y el medio ambiente
Uno de los principios de la agricultura ecológica, orgánica o biológica es la conservación y respeto al medio ambiente y la naturaleza. Cuando consumimos productos ecológicos estamos colaborando con la conservación del medio ambiente en todos sus sentidos, y por tanto su huella ecológica será menor que en los cultivos convencionales.
La agricultura ecológica optimiza el uso de recursos y evita así la emisión de residuos contaminantes al medio ambiente. Los acuíferos no son contaminados por infiltraciones de fertilizantes como es el caso de la agricultura convencional. También mediante el fomento de la actividad biológica y la materia orgánica en los suelos, en estos se almacena una gran cantidad de carbono orgánico contribuyendo de este modo a reducir el contenido de CO2 y de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Además la huella de carbono es mucho menor en los productos ecológicos que en los productos convencionales ya que la cantidad de insumos que se utilizan en su producción es mucho menor, contribuye a esto también el fomento de canales cortos y consumo de cercanía. Los daños por erosión y pérdida de suelo fértil son minimizados en la agricultura ecológica debido al uso que recibe el suelo, la materia orgánica y las raices de las plantas sujetan el suelo frente a los agentes erosionantes como el agua o el viento.
La biodiversidad natural es fomentada y respetada debido a las técnicas utilizadas en la agricultura ecológica, ya que al no utilizar insecticidas y productos de síntesis, se fomenta la permanencia de la flora y fauna existente tanto en el agrosistema como en el medio que les rodea. En la agricultura ecológica se llevan a cabo técnicas que conducen al aumento de la diversidad y por tanto a que el control biológico de plagas sea más efectivo, algunas de estas técnicas son: implantación de setos naturales, plantas reservorio de insectos auxiliares, abonos verdes, etc.
En cuanto a la biodiversidad cultural y de especies cultivadas, mediante el fomento de la diversidad cultivada huyendo de la homogenización de las variedades y razas. Consiguiendo de este modo que exista una gran riqueza cultural, de tradición, paisajística y por tanto de convivencia sostenible entre agricultura y naturaleza, como lo ha hecho siempre el hombre desde sus orígenes.
Que normativa regula en cada comunidad autónoma?
congreso de agroecología
http://www.osala-agroecologia.org/vii-congreso-internacional-de-agroecologia/